martes, 16 de agosto de 2011

Punto de Encuentro

El grupo de jóvenes y de intermedios de la Iglesia Presbiteriana Cumberland de Cartago, realizaron una obra de teatro y un pequeño concierto musical para alabar a Dios.

Estos son algunos momentos del ensayo de la obra teatral.

IPC Teatro Jóvenes 2011

lunes, 9 de mayo de 2011

La mujer y su papel en el pueblo de Dios


Por: Edilberto Daza

Un varón de la familia de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví, (Éxodo 2:1 Reina Valera 1960)
La mujer cristiana debe cumplir con dos funciones en la vida:

1. 1. Servir en el pueblo de Dios.

2. 2. Servir en la sociedad que no es cristiana.

En primer lugar, la mujer hija de Dios, debe estar dispuesta a hacer la voluntad de Dios. Debe hacerle ajustes a su vida para poder cumplir con este cometido. Hacer la voluntad de Dios es llevar un testimonio que marque la diferencia, porque el pueblo de Dios es un pueblo diferente y sus mujeres no son ciudadanas de segunda. Por esa razón deben hacer honor a su función de hijas de Dios.

Haciendo referencia a Éxodo 2:1, hay que entender que Leví es la tribu escogida para el servicio de Dios. Las otras 11 tribus se podían dedicar a cualquier otra cosa, pero esta en particular fue escogida por Dios, para que le sirviese.

Lastimosamente hoy, la sociedad está renunciando a la familia. Algunos hombres quieren ser mujeres, y algunas mujeres quieren ser hombres. Esto es una aberración deshumanizante que no tiene nada que ver con los hombres y mujeres de la tribu de Leví, no tienen ninguna semejanza a una familia al servicio de Dios.

La mujer tiene sentimientos que comprenden, que respetan, que aman. La mujer proclama vida, aun a costa de su propia vida, y la Iglesia de Dios proclama la vida, ama la vida y proyecta lavida.

En segundo lugar, las mujeres de Dios están dispuestas a formar generaciones que perduren siguiendo esta guía: “…pero yo y mi casa serviremos a Jehová(Josué 24:15 Reina-Valera 1960). Esto será difícil de vivir, si la mujer cristiana omite la enseñanza escrita en 2 Corintios 6:14 (Reina-Valera 1960), no os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?

Con un ejemplo sencillo de la vida real, se puede ilustrar este concepto: a la Iglesia llegan hombres hermosos, que no entregan su vida al Señor, pero sí son capaces de convencer a las mujeres cristianas de seguirlos. Durante el noviazgo, ellos acompañan a la novia a la Iglesia, pero apenas se casan el esposo cambia y dice: -a esa iglesia no vuelve porque aquí mando yo.

Esto sin contar las ocasiones en las que hay maltrato verbal y físico, porque el domingo que la mujer está en la Iglesia y llega a la casa, el esposo está enojado porque el almuerzo no se ha servido. Ella muy amorosa, trata de tranquilizarlo, y le sirve el almuerzo que lleva del evento que se hizo en la Iglesia para celebrar el Día de la Madre. Puede que se tranquilice, pero usted que está leyendo termine la historia…

Años después, la mujer vuelve a la Iglesia sin esposo y con hijos. Cansada de orar para que el Señor le cambiara a su esposo. Pero no advierte que sus padres, los pastores y hermanos le enseñaron ese versículo acerca “del yugo desigual”, para que no tuviera que vivir esa tragedia.

Mujeres de Dios, regresen a la Iglesia, no priven a sus hijos de lo a ustedes no les dieron. Cuéntenles a sus hijos y a sus nietos las historias de la Biblia. La fe de sus hijos debe ser vigilada. Si le conceden un permiso a sus hijos para ir la casa del amigo, llamen a esa casa para enterarse de que ahí están. Pregunten quienes son los amigos de sus hijos. Permitan que sus hijos crean en Dios y no en el Diablo.

Tampoco sean reacias ni satanicen los recursos del mundo. Utilicen los computadores y los medios de comunicación para educar y educarse. Moisés se educó en Egipto, José fue gobernador en Egipto y sus propuestas económicas para ahorrar en la época de abundancia y sobrevivir en la época de escasez siguen vigentes, ¿recuerdan a “las vacas flacas y las gordas”?

En tercer lugar, el papel de la mujer cristiana es estar dispuesta a vivir por los principios de Dios, sobre los principios del mundo. Una mujer de Dios no cambia los principios cristianos por un esposo. Porque la mujer cristiana que se casa con un hijo del Diablo, tiene por suegro al Diablo. Solo imagínense esa fatalidad familiar.

Egipto, tuvo que reconocer que Moisés era hijo de Dios. Cuando un hijo de Dios va por la vida, el mundo tiene que dejarlo pasar. El hijo de Dios prospera y cumple con sus metas.

Amram, padre de Moisés, tomó por mujer a Jocabed y de esa unión nació Moisés. De la misma manera mujeres de Dios, procuren unir sus vidas a hombres con principios cristianos. Sigan luchando y generando vida, para que las generaciones perduren en el respeto y amor del Señor.

Bendiciones de Dios nuestro Señor.