viernes, 13 de agosto de 2010

ESCUELA BÍBLICA VACACIONAL 2010

CRECIENDO EN MI FE POR SENDEROS DE PAZ

Escuela Bíblica Vacacional agosto 2010
Clausura Escuela Bíblica Vacacional


Del 2 al 8 de agosto de 2010, se llevó a cabo la Escuela Bíblica Vacacional en la Iglesia Presbiteriana Cumberland de la ciudad de Cartago, bajo el lema: "creciendo en mi fe por senderos de paz".

Participaron niños de varios sectores de la ciudad y fueron guiados durante el evento por líderes de la iglesia que como siempre, estuvieron dispuestos a instruir a todos los asistentes en educación ética y moral de forma integral, a la luz de la Palabra de Dios, sin olvidar que existe un tiempo para todo lo que le agrada al Señor. Y es por esta razón que hubo tiempo de oración, de estudio, de juegos, de cantar y de disfrutar de la vida como lo hacemos los Hijos de Dios.

Desde aquí hacemos público un trabajo maravilloso de convivencia, de paz y de amor que se les transmitió a los niños en este corto pero productivo proceso de enseñanza, en cabeza de los maestros y maestras que llegaban con la mejor disposición para colaborar en este proyecto que se realiza cada año: la Escuela Bíblica Vacacional.

Resaltamos también la colaboración desinteresada de parte de los hermanos de la iglesia, que con buena voluntad suplieron las necesidades que se presentaban para lograr el éxito del evento. Le agradecemos a la reverenda Zenobia de Daza y su grupo de colaboradores, por la logística que permitió que todo se hiciera para la honra y la gloria de Dios.

El día domingo se clausuró la Escuela Bíblica Vacacional, y fue emocionante ver niños, jóvenes y adultos participando activamente de la albanza al Creador, a través de este evento y de la asistencia al templo de personas que por primera vez nos visitaban e incluso asistían a una Iglesia Cristiana.

Falta un año para la próxima Escuela, pero desde ya le damos gracias a Dios por su realización y porque llegarán más niños y adultos a conocer lo maravilloso de vivir en el Señor. Todos, todos estamos invitados a participar. ¡Qué viva la Escuela Bíblica Vacacional!

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